Distinta visión
Estamos en un mundo dónde solo pensamos en lo que queremos nosotros, no en lo que podría querer los demás. Adaptamos las situaciones, las acciones o herramientas según nuestra forma de ver la vida y nuestras necesidades, no nos paramos a pensar en como ven, sienten o se manejan en la vida las personas con discapacidades.
Según la OMS, 1300 millones de personas viven con falta de visión en el planeta. En España, más de 71,000 personas afiliadas a la ONCE enfrentan la ceguera; las personas con baja visión o con ceguera total, se ven obligadas a tener que adaptarse a una realidad tan visual como es la actual, donde las tecnologías siguen avanzando muy deprisa, pero muy despacio para los discapacitados y a pesar de que estos adelantos han ido mejorando, aún queda mucho camino por recorrer.
Mis padres, ambos ciegos, son el corazón de mi serie fotográfica. Quiero mostrar su vida cotidiana en nuestro hogar, un espacio familiar y acogedor. Aunque las estadísticas son impactantes, estas fotos buscan conectar con la realidad de cómo mis padres, a través del tacto y el oído, superan los desafíos diarios.
Cuando menciono que mi padre cocina, surge la pregunta: ¿Cómo cocina si es ciego? Desde mi perspectiva, es natural, pero para muchos, es difícil de comprender. Estas imágenes capturan la esencia de cómo dos personas invidentes abordan las tareas cotidianas, desafiando las limitaciones impuestas por una sociedad visualmente centrada.
Gracias papá, gracias mamá